sábado, 18 de diciembre de 2010

Enseñanza semanal: Tened fe en Dios. Genesis 18:1-15

1Después le apareció Jehová en el encinar de Mamre, estando él sentado a la puerta de su tienda en el calor del día.
2Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto a él; y cuando los vio, salió corriendo de la puerta de su tienda a recibirlos, y se postró en tierra,
3y dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, te ruego que no pases de tu siervo.
4Que se traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo de un árbol,
5y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón, y después pasaréis; pues por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos dijeron: Haz así como has dicho.
6Entonces Abraham fue de prisa a la tienda a Sara, y le dijo: Toma pronto tres medidas de flor de harina, y amasa y haz panes cocidos debajo del rescoldo.
7Y corrió Abraham a las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y lo dio al criado, y éste se dio prisa a prepararlo.
 8Tomó también mantequilla y leche, y el becerro que había preparado, y lo puso delante de ellos; y él se estuvo con ellos debajo del árbol, y comieron.
9Y le dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda.

10Entonces dijo: De cierto volveré a ti; y según el tiempo de la vida, he aquí que Sara tu mujer tendrá un hijo. Y Sara escuchaba a la puerta de la tienda, que estaba detrás de él.
11Y Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres.
 12Se rió, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi señor ya viejo?
13Entonces Jehová dijo a Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo: ¿Será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja?
14¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.
15Entonces Sara negó, diciendo: No me reí; porque tuvo miedo. Y él dijo: No es así, sino que te has reído.
Ninguno de nosotros puede producir fe, solo la obra sobrenatural de Dios puede llevarnos a través de este camino poco transitado de la fe.
 
MEDITACIÓN:
En la lista de Hebreos 11, aparece el nombre de Sara (vs 11). Ella dio a luz aún fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido. Sin embargo, su fe no siempre tuvo la misma intensidad. Pensemos en 3 momentos de este proceso de madurez:
  1. Hubo un momento de incredulidad: (vs 12) Su risa demostró que no creía posible lo que oía (vs 12 y 13). Pero era creyente en Dios ¿ No nos sucede que nos resistimos a aceptar las promesas de Dios por considerarlas utópicas? Pero la fe está allí. Es incipiente incluyendo el elemento de la duda y la incredulidad.
  2. Hubo un crecimiento en fe: Sara avanzó en su fe y se produjo el milagro. Su esterilidad fue curada por Dios y pudo llegar a ser madre. La bondadosa reprensión del Señor a Sara por medio de Abraham (vs 13 y 14), seguramente sirvió para que reaccionara  y se despertara en ella la confianza en la promesa divina. Dios habla a sus hijos, los reprende y los instruye para afirmarlos, fortalecerlos y desarrollarlos en la fe.
  3. Hubo una fe madura: el testimonio de Hebreos 11:11 en favor de Sara es que creyó. Su fe soportó las pruebas y se enriqueció. Dios quiso destacar esta fe en la carta a los Hebreos.
APLICACIÓN PERSONAL: ¿Notas en tu vida un crecimiento de fe? ¿Cuáles han sido los pasos de este proceso? ¿Qué puedes hacer para profundizar tu fe en Dios?
Si no creces en la fe, serás abatido por las tentaciones de la vida (1 Jn 5:4). Ora específicamente con este pensamiento.
ORACIÓN: Señor, tú me conoces muy bien. Ayúdame en mi incredulidad.

(Tomado de "Encuentro con Dios" Unión Bíblica 1997)

Bendiciones

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