viernes, 7 de mayo de 2010


Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano

1 Corintios 15:58

A veces parece que lo que hacemos no tiene ningún efecto, es mas, a veces ni siquiera tenemos expectativas sobre algún resultado, cúantas veces hacemos las cosas sin fe y con muy poca esperanza de cambio. Pero los resultados pueden sorprendernos. Aunque nuestra vida parezca un campo de batalla con sus derrotas y retiradas, llena de cicatrices y secuelas de bombardeos, desde afuera otras personas pueden ver sólo el aura de amor y preocupación que nos rodea. Miremos el ejemplo de la viuda pobre, quizás ante sus ojos su vida tenía poco sentido y aparte de esto ¿qué se podía hacer con esos centavos que ofrendó? Sin embargo, su amor y preocupación fueron apreciadas por los ojos de Jesucristo, quien también alabó su actitud y la colocó como ejemplo de amor para toda la posteridad.

Por tanto, y aunque nos parece que nunca llegaremos a nada, no nos cansemos de hacer el bien, porque recibiremos del Rey de gloria el pago, si no desmayamos.