martes, 23 de noviembre de 2010

Pan Diario:Mateo 24:12-13

Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará. Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.

Amentó la maldad y nosotros somos testigos directos de esto. El Señor anunció esto para que estemos apercibidos y no nos dejemos engañar; ¿qué es en esto lo mas peligroso? Abandonar el amor cristiano. En tiempos en que el engaño y la iniquidad han tomado valores siderales, donde podemos ver manos que se cierran y ojos que desvían la mirada; una sociedad que dinamitó sus valores, tomando como "natural" lo mas aberrante; una unidad familiar que quebró y se fragmentó en tantos pedazos, hijos de padres distintos y el nuevo concepto de "familia funcional", donde los lazos sanguíneos no existen o son muy débiles. Sociedades que han caído  en descrédito por sus infames componentes, quienes sólo buscan el bien personal por sobre todo lo demás. Se ha perdido la lealtad y la palabra empeñada tiene menos valor que un papel en blanco. El fenómeno que todo esto produce es un amor frio, alimentado por una desconfianza fundada en los hechos. Aquello que antes se hacía con amor, cuando se abrían las puertas al que necesitaba, es pagado con la mas vil traición. Lamentablemente, somos testigos de todo esto.
¿Qué hacer? Jesús nos dice que perseveremos en el amor, en  el amor que él nos enseñó. Difícil situación, quizas, en esta época, pero él prometió que iba a estar con nosotros hasta el fin (Mt 28:20) Encomendemos pues, nuestras almas al fiel Creador y hagamos el bien. (1 Pe. 4:19)
Bendiciones