sábado, 22 de mayo de 2010


Haya, pues, en vosotros, ese sentir que hubo también en Cristo Jesús,

el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como

cosa a qué aferrarse,

sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres,

y estando en al condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obendiente hasta la muerte y muerte de cruz.

Filipenses 2:5-8


"De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo Unigénito, para que todo aquel que en El cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". Este es uno de los versos mas conocidos de la Biblia, es llamado el "protoevangelio", es, en resumidas cuentas, todo el plan de Dios para con la humanidad, Dios el Padre nos tiende un puente desde el cielo para que nosotros podamos volver a El.

Pero aquel que fue enviado por Dios a este mundo, tuvo que pasar tantas cosas, que ninguno de nosotros hubiera ni siquiera imaginado, esto es, porque nosotros siempre queremos subir, ascender, ya sea en el trabajo, o en una relación o en lo que fuere, el ser humano siempre desea avanzar; el Hijo de Dios descendió, dejó su gloria y majestad, se despojó de ella como quien se quita algo que tiene encima y se humilló, vistiéndose de este cuerpo mortal, y no sólo eso, sino que fue el mas pobre de todos los hombres: vino a nacer en un "pesebre prestado" de una pequeña ciudad; desde una "barca prestada" le hablaba a la multitud, entró a la gran ciudad de Jerusalén en un "asno prestado", sufrió la muerte mas humillante para una persona, reservada para los mas bajos criminales, en esa cruz "prestada" que no era para Él, sino para Barrabás; fue enterrado en una "tumba prestada" que José de Arimatea tenía para él mismo.

Jesucristo, el Hijo de Dios, no tuvo nada propio en esta tierra, teniédolo todo en el cielo; quiso dejarlo todo, todo aquello por lo cual muchos gastan su vida para obtener, sólo por amor, para que nosotros podamos regresar con El al cielo.

Como reza la canción:

Amor tan grande, profundo y sublime

es el amor de mi Creador.

No hay nada en el mundo

que pueda igualarse

al tierno amor de mi Señor.

Dios de amor, Dios de amor,

solo eres Tu, el Dios de amor,

no hay otro Dios, fuera de Ti

por tu poder, para mi, hay amor.