domingo, 30 de mayo de 2010

Pan diario: LAMENTACIONES 3:39


¿Por qué se lamenta el hombre viviente? Laméntese el hombre en su pecado.

Lamentaciones 3:39

"Pecado, ¡qué palabra mas antigua y pasada de moda!". Ciertamente este es el pensamiento de muchos por estos tiempos, un pensamiento que aún parece hallar cabida dentro de los mismos cristianos. Hoy en día son contadas las personas que alzan la voz contra él y lamentablemente son mas las que se ven involucradas.

El pecado existe, eso es cierto, negarlo no lo desaparece ni lo mitiga; no porque no lo nombremos no está presente. El pecado acompaña al hombre prácticamente desde el principio y produce la separación del hombre de su Dios, es aquello que nos aleja de su compañia y protección, es lo que nos deja expuestos a la destrucción, sin Dios y sin esperanza.

Muchos consideran que el hecho de no haber llevado a cabo una muerte o extraordinarios robos o algo por el estilo, los hace menos pecadores, a decir verdad, esto es una falacia. Todos somos pecadores. Nuestro corazón está siempre inclinado al mal. ¿Y cuál es nuestro pecado? Nuestro pecado es creer que no necesitamos a Dios, que podemos vivir independientemente de Él y despreciar a Aquel que él envió para rescatarnos del pecado y llevarnos a Dios. Acerquémonos a Dios confiadamente, reconociéndonos pecadores y pidámosle perdón; aceptemos hoy mismo el don que descendió del cielo, Jesucristo, para que podamos ser salvos.