viernes, 19 de noviembre de 2010

Pan Diario: Salmo 119:105

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.

Muchas personas dicen que la Biblia es un libro difícil de entender. Muchos se han acercado  a su lectura pretendiendo de ella lo que no va a dar. A la Palabra de Dios no hay que leerla con sabiduría, sino con fe, esta es la clave para acercarnos a su lectura. La Biblia no necesita pruebas irrefutables, ni su autoridad radica en poder "probar" que es la verdad, la revelación de Dios es dada al hombre para ser creída.
No obstante, para que esta "lámpara" me enseñe dónde caminar, alumbrando mi camino, es necesario conocer al "Autor", es decir, quién la inspiró. En otras palabras, creer en el Señor Jesucristo y aceptarlo como Salvador. Cuando Cristo habita en nuestras vidas, tenemos la guía del Espíritu Santo, lo cual es absolutamente fundamental para poder conocer la sabiduría de Dios y entender su palabra."Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzgado de nadie." (1Cor 2:14-15)
Si nosotros leemos la Biblia como quién lee un diario, no permitimos que su luz alumbre, pero si nos preguntamos, al meditarla, cuál es el mensaje que Dios quiere darme hoy, qué me enseña este pasaje, es decir, si leemos la Palabra de Dios para aprender de ella, el Espiritu Santo traerá a nuestra alma la luz para que podamos ver y cuando esto ocurre, la Biblia pasa a ser de un mero libro a un libro que me alimenta diariamente; meditando la Palabra de Dios con fe, podemos , no solo crecer en conocimiento, sino también  acercarnos cada día mas a la luz de Dios.
Bendiciones