sábado, 24 de septiembre de 2011

Mirada. Hebreos 12:2

Quería mirar, pero no podía,
densos nubarrones se cernían sobre mí.
Las tinieblas pasaban por mi lado
trayendo mas y mas oscuridad,
ennegreciendo todo, acallando aún
el débil clamor de mi voz.
Queria mirar hacia Ti, hacia arriba,
 alejar mi mirada de esto que me abruma,
que me cansa;
poder elevar mis ojos hasta verte allí
donde Tu estás, mirándome a mí.
Oh Señor! de en medio de la tormenta
elévame cual ave,
cual águila que busca al sol, llévame.
Para poder mirarte sin estorbos,
que debilitan mi fe y me hacen mas terrena...
Porque sólo poniendo los ojos en Tí, Señor,
la victoria llega.

viernes, 26 de agosto de 2011

Pan diario :2 Tesaloniscenses 2:3

"Nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasia..."

Hay mucha apostasía dando vueltas por las iglesias, debemos abrir nuestros ojos a la palabra de Dios para no caer en el engaño. Solo la luz de la Palabra de Dios podrá evitar que tropecemos.
Comparto esto que me llego a la dirección del Facebook, gracias a sussywebmaster, su creadora, y a Rosario Garcia por publicarlo. Bendiciones
http://goanimate.com/movie/0ppQXrGGoAnimate.com: LA CONFESION POSITIVA by sussywebmaster

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jueves, 25 de agosto de 2011

Pan Diario: Romanos 10:9

Que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.

Este es el gran hallazgo del hombre, encontrar al Salvador. Pero, lamentablemente, no es un hallazgo habitual. Muchos de los que hoy concurren a las iglesias nunca han hecho esta entrega específica a Dios para ser salvos; algunos por haber dado por sentado que estando en la Iglesia era suficiente para "calificar" para la salvación. Esto es un verdadero "suicidio espiritual", puesto que nos acercamos cada día mas a aquél maravilloso día en  que la final trompeta se escuchará y sólo los salvados serán arrebatados y transformados a la misma imagen de Cristo Jesús.
Para ser salvos, necesitamos reconocer que estamos perdidos y que necesitamos que alguien nos rescate, nos redima. Si en nuestra vida no hay una necesidad, un dolor de saber que con la vida que llevamos hemos ofendido a Dios, y, sobre todo un arrepentimiento genuino, nunca podremos ser salvos. Es como decirle a Dios que está equivocado y que nosotros no somos tan malos; es despreciar "la dádiva de Dios que es vida eterna en Cristo Jesús" (Rom 6:23).
A veces, nos consideramos menos pecadores por el hecho de haber "nacido" dentro de la familia cristiana, como si eso nos dejara a mejor distancia de los otros "pecadores". Esto no es así. Todos necesitamos, y lo digo con grandes letras: TODOS NECESITAMOS que Jesús sea nuestro Salvador, nos condenamos solos si pensamos que no tenemos esta necesidad. Podemos ser las mejores personas del mundo, hacer las obras y los sacrificios que nadie haría; podemos llevar una vida intachable a nuestros ojos y frente a los demás, pero esto no nos sirve para ser salvos. SOLO NECESITAMOS A JESÚS.
"Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí" (Jn14:6)
Si te ves reflejado en estas palabras, arrodíllate delante de Dios y con una sencilla oración pídele perdón. Dios siempre recibe al corazón contrito y humillado.
Querido Padre Celestial, te doy gracias porque tu eres un Dios santo y justo. Yo, por el contrario, no soy ni santo, ni justo, porque he pecado muchas  veces. Se que a fin de poder ir para estar en tu presencia, necesito perdón y limpieza. Por lo tanto, estoy arrepentido y te pido perdón ahora mismo en el nombre de Jesús y reconozco que soy pecador y que necesito al Salvador. Te doy gracias porque he sido perdonado y con tu ayuda ahora mismo ve vuelvo de todos mis antiguos caminos. Ayudame a transitar la senda que has trazado para mí. Gracias, en el nombre de Jesús. AMEN

domingo, 7 de agosto de 2011

Promesas: ISAIAS 33: 15-16

El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganacia de violencias; el que sacude sus manes para no recibir cohecho; el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala:
éste habitará en las alturas; fortaleza de roca será su lugar de refugio: se le dará su pan, y sus aguas serán seguras

domingo, 10 de julio de 2011

Reflexiones:Proverbios 12:12

Codicia el impio la red de los malvados; mas la raíz de los justos dará frutos.

"Cuando el impío ve que el prójimo prospera por el pecado desea actuar de la misma manera, pero la raíz de la gracia divina en el corazón del justo, produce otros deseos y propósitos. El justo tiene abundancia, aunque no de este mundo sino de la  gracia y el consuelo del Espíritu, que son las riquezas verdaderas."
Matthew Henry

sábado, 2 de julio de 2011

La venida del Señor: 1 Tes 4:18


A veces el día parece largo, y la carga difícil de llevar
nos sentimos tentados a desesperar.
Pero hay uno en el cielo, que conoce nuestro dolor,
deja que El te ayude, acude a El en oración

Cuando veamos a Jesús, sabremos que todo valió la pena
las pruebas de la vida serán leves, cuando veamos a Jesús
la vista de su rostro, disipará nuestro dolor
las pruebas cesarán, cuando veamos a Jesús

A veces el día es sombrío, sin un rayo de luz;
andamos a la deriva, sin que nos ayude la humanidad,
pero pronto aparecerá Cristo, para llevarse a su esposa;
 no habrá mas lágrimas, en el eterno día del Señor

miércoles, 29 de junio de 2011

Pan diario: Proverbios 1:33

Mas el que me oyere, habitará confiadamente y vivirà tranquilo, sin temor del mal

Si estuviéramos dispuestos a aceptar la ayuda del Espíritu y a escuchar su voz, muchos de los males, dificultades y accidentes que nos ocurren, podrían evitarse. Creo que esto constituye una respuesta muy importante a la pregunta que la gente se formula tan a menudo: ¿ ómo es posible que un Dios de amor permita que ocurran tales cosas y semejantes calamidades?
De acuerdo a la Palabra de Dios, podemos ver que nuestra subsistencia puede depender de que recibamos en nuestros corazones al Espiritu Santo. En el  preciso momento en que experimentamos el nuevo nacimiento recibimos oídos en nuestro espiritu que nos capacita para escuchar su voz. Cada uno de nosotros necesitamos practicar diariamente tanto el oír la voz de Dios como el obedecerla. Sólo entonces estaremos capacitados para oír lo que tiene que decirnos en momentos cruciales
En momentos difíciles recordemos que el Señor está presto para librarnos y brindarnos su ayuda, oremos así:
Amado Dios, tú eres mi Padre y yo soy tu hijo. Coloco mis manos en las tuyas y te agradezco por cuanto tu voluntad es guardarme seguro hasta tanto concluya mi obra aquí. Gracias por tu tierna solicitud de que me ´hablarás a través de tu Santo Espíritu. Quiero aprender a escuchar y ser obediente. Abre los oídos de mi espíritu. Hazme recordar muchas veces por día que necesito oir. Y,oh Señor, dame un corazón obediente. En el nombre de Jesús. Amén.
(adaptado de:The Helper. C. Marshall)