sábado, 2 de octubre de 2010

Enseñanza semanal: 2 Pedro 1:-5-8


Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor. Porque si estas cosas están en vosotros y abundan, no os dejarán estar ociosos y sin fruto en cuando al conocimiento de nuestro Señor Jesucristo.


Un Pedro ya anciano escribe a los creyentes de la 2da. generación y los iguala con él y con los demás: recibieron una FE tan preciosa como a nuestra (1:1) Y el apóstol, como un padre toma de la mano a un hijo y le enseña a dar sus primeros paso, encamina a los nuevos creyentes a crecer en la vida cristiana.

A veces nos pasa que creemos que el camino del evangelio se torna difícil, cuesta arriba, pero Pedro nos alienta con sus palabras: USTEDES TAMBIÉN TIENEN UNA FE TAN PRECIOSA COMO LA NUESTRA. Es fe que nos ha llegado a través de conocer a Cristo, de haberle aceptado como Salvador y Señor, esa fe que como dice Hebreos 11:6 nos permite agradar a Dios, es la base de nuestro conocimiento como creyentes; dice Pedro: Está bien, ahora ya creyeron, pero no se queden sólo con eso, al creer en él somos PARTICIPANTES DE LA NATURALEZA DIVINA. Esa es la mejor definición de cristiano que encontramos en la Escritura (vs 4). Hemos nacido a la familia de Dios y tenemos su naturaleza dentro nuestro. Hay mucha gente que trata de vivir externamente como Cristo, pero les falta en su interior la naturaleza divina que sólo viene por la fe en el Hijo de Dios. Pueden tener "apariencia de Piedad", han escapado de las contaminaciones del mundo pero no pueden escapar de sus corrupciones, o sea, son lavados por fuera pero en su interior no han cambiado.

Pero Pedro nos dice: Udstedes que HAN NACIDO DE NUEVO y tienen la NATURALEZA DIVINA, Dios les ha provisto por medio de su poder, de todas las herramientas para que crezcan espiritualmente. Con el "también" del vs 5 nos estimula:Hay algo mas allá de ser salvos, del nuevo nacimiento, hay crecimiento. Aquel cristiano que no crece es como un bebé que corre el riesgo de morir por falta de alimento y cuidado. El apóstol nos insta a que pongamos todo empeño en crecer espiritualmente y nos enumera los pasos que debemos seguir si queremos alcanzar la promesa del v. 11 "una amplia y generosa entrada en el reino de los Cielos."

Sobre el fundamento de la fe en Cristo, debemos añadir:
  • VIRTUD: la fe necesita ser demostrada en hechos, pero no hechos de cualquier forma, virtud expresa la idea de excelencia. Al tomarnos del poder y de las promesas de Dios nuestras obras de justicia tienen que ser mayores que la de los religiosos. (Mt 5:29) Obren de manera que los demás alaben a Dios.

  • CONOCIMIENTO: Para que nuestra fé obre en excelencia debemos tener conocimiento, no solamente teórico, sino en la práctica, el conocimiento de la voluntad de Dios no llevará a actuar con excelencia (Daniel 11:32)

  • DOMINIO PROPIO: ¿Por qué el conocimiento nos trae dominio propio? Porque al conocer a Dios, vamos a profundizar el conocimiento sobre nosotros mismos y saber dónde debemos ejercer el dominio propio. 2 Ti. 1:7 demanda el poder controlador de la voluntad bajo las operaciones del Espíritu de Dios.

  • PACIENCIA: En el dominio propio debemos mostrar perseverancia, la palabra habla de "permanecer sometido a la voluntar de Dios, a pesar de". En Lucas 21:19 el Señor dice que con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. El que persevere hasta el fin, éste será salvo (Mt 10:22)

  • PIEDAD: tiene que ver también con la voluntad de Dios. Colosenses 1 :10 es la mejor definición de piedad que tiene la Biblia. Que en nosotros haya piedad, es el deseo de agradar al Señor en todo.

  • AFECTO FRATERNAL: el afecto fraternal viene muy ligado a la vida piadosa. Si yo quiero tener una vida piadosa, agradable a Dios, dice el apóstol Juan que si no amo a mi hermano no puedo decir que amo a Dios.

  • AMOR: Es el vínculo perfecto. Si nosotros vamos a los mandamientos que enseñó el Señor, el amor es el que compone los dos. El amor lo encierra todo.


Cada cosa que el apóstol Pedro describe está intrínsecamente ligada una con la otra, no es una sucesión de palabras al azar, sino que cada cosa depende y da lugar a la otra.


Dios nos dio todo cuando nos dio a Cristo. El mérito nuestro es esforzarnos, pero toda la gloria es para él, porque epezamos EN CRISTO y terminamos en EL DIOS DE AMOR. (vs 11) empezamos en él y terminamos en él.


Bendiciones