sábado, 11 de diciembre de 2010

Enseñanza Semanal: El matrimonio: el plan de Dios Gn. 2:18; 21-24

18Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
21Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
22Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.
23Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.
24Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
 
El casamiento no es algo efímero, transitorio, sino una relación permanente entre un hombre y una mujer. Sin embargo, las estadísticas de divorcio de algunos países revelan que el matrimonio no es muy estable. Los que van a contraer este compromiso deben entender que Dios considera la relación matrimonial desde un punto de vista distinto al que tiene el mundo.
  • UN COMPAÑERISMO: Dentro de la relación matrimonial debe existir una amistad especial que nunca deja de crecer (Gn 2:18: " no es bueno que el hombre esté SOLO")
  • UN CONSORCIO: Adán y Eva debían trabajar en cooperación, en conjunto ( Gn 2:18: "le haré AYUDA idónea para él")
  • HONORABLE: Algunas organizaciones de carácter religioso consideran al matrimonio como una relación menos honrosa que el celibato, pero este no es el pensamiento bíblico: Dios creó al hombre y a la mujer con la intención de que contrajeran matrimonio. El principio bíblico es el siguiente: "cada uno tenga su propia mujera y cada una tenga su propio marido" (1 Cor. 7:2)
  • PERMANENTE: Muchas personas consideran al matrimonio como una relación transitoria que puede interrumpirse a voluntad. Pero Dios lo considera algo permanente: Marcos 10:9 "Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre." Cuando uno contrae matrimonio debe hacerlo con los ojos bien abiertos y la determinación de no separarse jamás. Muchas pueden ser las causas de un divorcio, tales como " crueldad mental" o "incompatibilidad"; pero para que un matrimonio tenga éxito, se debe aprender a hace concesiones. Esta clase de madurez no es un producto de la edad, sino del desarrollo del carácter. Hasta que un joven no halla llegado a la madurez suficiente como para pasar por alto ciertas faltas y defectos en la persona que ama, no posee la madurez necesaria para el casamiento. Todo aquel creyente que desee contraer matrimonio debe mantener los ojos bien abiertos antes de casarse, si esto hace, quizás evite un casamiento lleno de dificultades; entrecierre los ojos despues del casamiento, y evitará dificultades en él.
Consideremos, para finalizar, al amatrimonio como un cuadro. Sí, la relación que une al marido y la mujer constituye un cuadro que ilustra, o que debe ilustrar, la relación que existe entre Cristo y la Iglesia."Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia" (Ef 5:31-32) En calidad de símbolo sagrado de la unión de Cristo con la Iglesia, la reláción matrimonial no debe ser profanada ni mancillada por la unión de un creyente con un incrédulo. Dada la sublime comparación, si ha estado considerando la posibilidad de casarse con un incrédulo, deseche ese pensamiento. Es imposible que la unión entre Cristo y una "iglesia sin mancha ni arruga ni cosa semejante-" pueda ser simbolizada en forma adecuada por la unión de un cristiano con uno que no lo es. Es mejor quedarse sin casar, que hacerlo en contra de la voluntad de Dios.
Bendiciones


 
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