viernes, 18 de junio de 2010

Pan diari: HABACUC 2:4


He aqui, aquel cuya alma no es recta, se enorgullece,

mas el justo por su fe vivirá.


¡Cuán tremendas palabras recibe el profeta Habacuc, como respuesta a su demanda, de parte de Dios! Estaba recibiendo la confirmación de la invasión de los babilonios a Judá, luego de que él había planteado a Dios todo lo que estaba pasando; la mirada del profeta sobre la iniquidad y maldad de su pueblo, lo estaba abrumando, y le impedía levantar su vista de la tierra, se le había nublado la visión. Y muchas veces nosotros estamos atravesando el mismo valle, con las mismas penas y el mismo e intenso dolor.

Pero Dios le prodiga estas palabras de esperanza: "El justo por su fe vivirá", invitándolo a levantar su mirada de las circunstancias y poner su fe en El; no le dice que va a cambiar nada de lo que está determinado ya que pasaría, sólo que el que cree, salvará su vida. Habacuc vuelve su mirada al cielo, ha pasado del temor a la fe, del desaliento a la esperanza, del valle de sombras a la cima del collado.

Aprendamos hoy de Habacuc a no dejarnos abrumar por lo que sucede a nuestro alrededor y a descubrir que en Dios está la solución de todos nuestros problemas. Dejemos la queja y aprendamos a depender de El por la fe. Bendiciones

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