domingo, 2 de mayo de 2010


Examíname,oh Dios,y conoce mi corazón;

pruébame y conoce mis pensamientos;

y ve si hay camino de perversidad,

y guíame por el camino eterno.

Salmo 139:23-24

Señor, tú nos conoces, nuestra vida no te es oculta ; tu palabra dice que nuestro embrión vieron tus ojos y que desde el vientre de nuestra madre somos escogidos para ti. Pero nuestro corazón puede llegar a engañarnos, a fingir que todo está bien, que nuestro caminar es el correcto; pero nada se oculta de tus límpios ojos, ojos eternos que todo lo ven, ojos perfectos que encuentran el mas mínimo desacierto, pero no para castigarnos, no, sino como un padre guía a su retoño que equivocó el camino, así nos aconsejas, nos reconvienes, nos muestras el camino eterno.

Señor, que esa senda que nos lleva hacia arriba, no se desdibuje ante nuestros vacilantes pasos, sino que caminemos siempre tomados de tu mano, hasta llegar a casa.

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