Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia,
y conoce a los que en él confían.
Todos hemos pasado,y pasamos, angustias en nuestras vidas, es parte del mal que nos toca vivir, y esto no por voluntad de Dios, sino porque todo el mal entró al mundo por el pecado del hombre. Cierto es que el momento de angustia es un momento de abatimiento espiritual, donde el dolor no nos permite pensar de manera clara, razonar una situación y, si fuere necesario, hasta tomar decisiones acertadas. Es el momento en que mas solos nos sentimos, tanto que hasta nuestras propias fuerzas nos abandonan; y es el momento en que, mirando a nuestro alrededor, pensamos ¿Dónde está Dios?.
Y Dios está allí, como siempre, esperando que nos decidamos a solicitar su ayuda, pero él no espera de nosotros un interrogatorio, sino un corazón sincero. Dice su palabra que él no desprecia al corazón contrito y humillado(Sal. 51:17) y que está cercano a los que le invocan de veras(Sal 145:18). Por el contrario, dice que al altivo lo mira de lejos ( Sal. 138:6).
Acerquémonos, pues, a Dios con fe, con un corazón humilde, y él nos dará las fuerzas que necesitamos, el consuelo que tanto buscamos, y su paz, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús (Fil.4:7)
Bendiciones
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