Busqué a Jehová y él me oyó, y me libró de todos mis temores.
Salmos 34:4
Señor, realmente te amo. Y estoy muy agradecida de que esta relación contigo haya sido de esperanza, una sensación de expansión hacia un viaje mas largo e interesante. Pero ocasionalmente hay momentos de temor y duda, y caigo de rodillas. Y es allí donde veo de nuevo que la fe es un don de la gracia y que toda la imaginación y el razonamiento del mundo no pueden trasponerse mas allá del vacío entre nosotros y Tu. Gracias porque en Cristo Tú proveíste el salto de fe, la fantástica apuesta de la vida.