jueves, 16 de diciembre de 2010

Pan Diario: Hebreos 11:23

Por la fe Moisés, cuando nació, fue escondido por sus padres por tres meses, porque le vieron niño hermoso, y no temieron el decreto del rey.


Todos conocemos, en mayor o menor medida, la historia de Moisés. Recordado por algunos, venerado por otros, Moisés es el gran libertador de la nación israelita y el escritor de Ley, recibida de la mano de Dios en el monte de Sinaí. Pero todo aquello que Moisés fue en las manos de Dios llegó a ser posible por la fe de una mujer, que escondió a su hijo de la ira de Faraón, dando así a la humanidad uno de los mayores dirigentes. Sólo una mujer de fe, como Jocabed, en esa epoca tan angustiosa del pueblo de Israel, pudo confiar en aquella promesa que Dios había hecho en Gn 15:13-14. Jocabed fue:
  • una madre valerosa: Al ocultar a su hijo de la muerte, aún a costa de su propia vida
  • una madre ingeniosa: se valió de un medio especial para salvar al niño-
  • una madre prevenida: puso a María, su hija mayor, a cuidar la suerte que correría el niño, a fin de poderlo ayudar.
  • una madre esmerada: Jocabed fue tan esmerada en las enseñanzas que impartió a su hijo, que Moisés nunca se apartó de us fe en el Dios verdadero, aún cuando fue instruido en la sabiduría de los egipcio (Hch 7:22)
Como podemos ver, Jocabed, aún casi desde el anonimato, fue una gran herramienta en las manos de Dios y a causa de su fe figura entre los grandes héroes de Hebreos 11.
Bendiciones