Así ha hablado Jehová de los Ejércitos, diciendo:Este pueblo dice: No ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea edificada. Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo diciéndo:
¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas y esta casa está desierta?
Los judíos que regresaron con Zorobabel por decreto de Ciro rey de Persia, comenzaron a edificar Jerusaalén pero, al hallar ciertaa oposición de los enemigos, dejaron de edificar el Templo de Dios, cuya construcción estuvo 16 años abandonada, y se dedicaron a construir sus propias casas y a atender sus negocios.
- NO ES TIEMPO: Hg. 1:3
- Para nosotros: de andar en nuestros propios caminos, en nuestra voluntad, haciendo las cosas a nuestra manera, poniendo nuestra conveniencia antes que la voluntad de Dios. Esto trae consecuencias (v. 6)
- Para nuestras cosas: el afán por la prosperidad hace que le restemos tiempo a Dios y a su obra. La comodidad de nuestras casa y el egoísmo de acapara r para nosotros no nos deja realizar la obra del Señor. Si somos negligentes en la obra de Dios descuidamos también la relación con el Señor de la obra. Esto también trae consecuencias (v 11)
- Que la casa de Dios esté desierta: que el templo espiritual esté vacío, en estos tiempos es muy peligroso, porque uno lo puede llenar con cosas que no aprovechan. Tampoco es bueno que Ud. tenga dones y no los utilice, que tenga talentos y no los ponga al servicio de Dios.
- ES TIEMPO HG. 1:8
- De subir al monte: no dice estar al pie, dice subir, lo cual implica un esfuerzo. Cuando Jesús deseaba estar a solas con el Padre, subía al monte (Mt. 14:23; Mr. 6:46). Habla de apartarse, de encontrar a Dios en el secreto, habla de comunión.
- De traer madera: la madera solicitada en Esdras 3:7 es cedro, que es un árbol grande, de madera blanda y fragante. Pero Dios requiere madera, lo cual implica matar el árbol. Cuando negamos nuestro yo, el Espíritu Santo puede trabajar en nuestras vidas, lo cual despide un grato olor delante de Dios (Ef. 5:2)
- De reedificar la casa: la base estaba puesta, constaba de 3 hileras de piedras. La base de nuestra vida espiritual es Jesucristo (1 Cor. 3:11) y en cuanto nos negemos a nosotros mismos, Dios va a poner su voluntad en ella, va a cumplir su propósito en nosotros.
En conclusión: ¿estamos como Israel? ¿No estaremos descuidando nuestro templo? El principio eterno de hacer al Señor y a su obra nuestra prioridad se encuentra expresado en Mateo 6:33