Para aclamar con voz de acción de gracias, y para contar todas tus maravillas.
Vivimos en un mundo que Dios mismo preparó para nosotros. El "planeta azul", al que tanto daño se le ha hecho, fue la gran casa que nuestro Padre nos preparó para que la habitemos. Cada cosa hecha a la perfección, colocada majestuosamente en su lugar, hecho todo para que lo gocemos. Pero ¿cuántas veces nos detenemos a dar gracias por aquello que nos fue dado? ¿Nos detuvimos a considerar que Dios nos da de su aire para que respiremos; o que, indefectiblemente, el sol aparecerá por el horizonte, marcando el comienzo de una nueva jornada? Sabemos que la primavera se acerca porque los ya han florecido los ciruelos y los árboles presentan sus botones; o que el otoño, con sus hojas amarillentas, dejará paso al frío invierno; todas estas cosas suceden, una tras otra, como Dios lo determinó y sin que nosotros podamos modificarlas en nada.
Admiremos la creación y veamos a Dios a través de ella. Demosle gracias por todo lo que hace cada día por nosotros, El espera nuestra gratitud