Si pues coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios
1 Corintios 10:31
¡Cuánto nos gusta que aprecien nuestro trabajo! Ser valorados, tenidos en cuenta, apreciados, son metas que el ser humano persigue toda la vida. Siempre estamos esperando que nos feliciten, recibir elogios y aplausos por aquello que hicimos bien; pero no debemos olvidarnos de elevar nuestro corazón al cielo y dar la gloria a Dios. Dice su Palabra que El produce en nosotros el querer como el hacer y que esto es por su buena voluntad (Fil 2:13); todo lo que somos y hacemos es por la gracia de Dios y ésto no debemos olvidarlo nunca. No nos quedemos con la gloria que no nos pertenece, démosela a Aquel que merece toda honra y glora ahora y para siempre.