Y tu justicia, oh Dios, hasta lo excelso,
Tú has hecho grandes cosas,
oh Dios, ¿quién como Tú?
Tú, que me has hecho ver muchas angustias y males,
volverás a darme vida.
y de nuevo me levantarás de los abismos de la tierra;
aumentarás mi grandeza,
y volverás a consolarme.
¡Cuánto consuelo podemos encontrar en las palabras de este salmo! En muchas ocasiones, en el paso de nuestra vida por el escenario de este mundo, nos ha tocado llegar hasta el fondo, casi, diría yo, hasta el borde del abismo. Y es en ese momento, cuando pensamos que estamos solos y olvidados, arrinconados a punto de sucumbir, cuando llega a nuestros oídos, con un susurro desalentador, las palabras ¿dónde está tu Dios? ¿Por qué te hace pasar por esta situación en la que estás? Esas palabras pueden hacer simbronar los cimientos de nuestra fe, pero confiemos, Dios sigue allí, a nuestro lado. El no prometió que nuestro caminar sería de rosas, sino que estaría con nosotros siempre, en lo bueno, pero también en lo malo. El cristiano atraviesa por muchas dificultades a lo largo de su peregrinar por el mundo, pero podemos estar seguros que nada ni nadie nos hará daño, y que saldremos victoriosos de la prueba, con una fe purificada y un cántico de alabanza en nuestra boca. El Señor fortalezca cada día nuestra fe y no nos olvidemos que:
Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo;
y si por los ríos, no te anegarán.
Cuando pases por el fuego, no te quemarás,
ni la llama arderá en ti.
Isaías. 43:2
Bendiciones
RONI
No hay comentarios:
Publicar un comentario